[Marcos Sánchez Siles, 20/12/13] Hace poco más de un mes el Gobierno municipal aprobó con los votos de PSC + ICV + CIU el presupuesto municipal para 2014. Como ya he explicado en un artículo anterior, el Partido Popular votó en contra al considerar, entre otras muchas cosas, que no existe un proyecto de ciudad ambicioso y a la altura de los ciudadanos y ciudadanas de nuestra Ciudad.
Lo que sucedió en el Pleno municipal de ayer no ha sido ninguna novedad. Como llevamos viendo durante la presente legislatura los socios del Gobierno municipal son expertos en “tirar la piedra y esconder la mano”. Me explico: aprueban con sus votos los presupuestos socialistas avalando así sus prioridades pero después, en el día a día, votan NO a todo aquello que deriva del propio presupuesto.
Hemos presenciado incluso momentos que pasarán a la posteridad de la política municipal como fue el famoso “el grado de incumplimiento de los pactos alcanzados es del 90%; pero volveremos a votar que sí” de la portavoz de ICV hace unos años.
Debemos tomar conciencia de la importancia de todo aquello que votamos en el Pleno municipal y, sobretodo, de las consecuencias de nuestros votos. Muchas veces a lo largo de esta legislatura ha sido el Partido Popular el que ha evitado una lesión directa a la finanzas públicas de nuestra Ciudad propiciada precisamente por la irresponsabilidad de los “socios” de gobierno de los socialistas.
Gobernar es priorizar, sí. Pero también es gestionar. Ojala los partidos políticos pensáramos sólo en el beneficio del conjunto de los ciudadanos y estuviéramos en muchas más ocasiones a la altura de las circunstancias.
Creo que eso es lo que los ciudadanos nos reclaman: estar a la altura de las circunstancias.
No creo que ayude a recuperar el prestigio a la mal llamada clase política presentar mociones cargadas de demagogia para jugar a ser electos de otras instituciones. No queramos arreglar el mundo cuando arreglando nuestra ciudad seguimos cometiendo errores.