Un manifiesto impulsado por el centro de atención primaria (CAP) Can Vidalet de Esplugues de Llobregat (Barcelona) ha conseguido, de momento, casi 3.000 firmas para reclamar mejoras en los ambulatorios catalanes, que ven en «coma inducido», según la petición dirigida al conseller de Salud, Toni Comín, y tramitada a través de la plataforma ‘Change.org’.
El documento, que lleva por título ‘La necesaria rebelión de los médicos’, alerta del «progresivo deterioro» que sufre la sanidad pública desde el inicio de la crisis, y lamenta que la atención primaria siga siendo la raspa del sistema sanitario.
Pone el foco sobre los escasos recursos de los ambulatorios, lo que supone una falta de respeto para los profesionales, y sobre la población frágil y envejecida, el paro, la emigración y la precaria situación social económica, hecho que «dificulta la cobertura de las necesidades que crecen día a día».
En concreto, enumera la sobrecarga asistencial, las listas de espera, el exceso de trabajo burocrático, la medicalización de la vida cotidiana, el ‘hospitalcentrismo’, la desmotivación del personal sanitario y de apoyo, la historia clínica más orientada a la gestión que a la clínica, y las retribuciones insuficientes.
También carga contra la «nula» cobertura de ausencias, la falta de realismo y consenso en la dirección por objetivos, la penalización de la enfermedad –bajas laborales– y la falta de interés político en mejorar la atención primaria.
Así, considera que el estado de la sanidad pública –y especialmente de la atención primaria– «ha pasado de ser grave a estar en coma inducido», además de tachar de patética la situación de los médicos y enfermeras jóvenes, después del esfuerzo que han hecho para formarse y la responsabilidad que tienen.
Con todo, avisa de que «la salud de los médicos y enfermeras se verá gravemente afectada si no se toman medidas», ya que las condiciones de trabajo son de alto riesgo.
Fuente: EUROPAPRESS – www.elperiodico.com