[Efe, Barcelona.] Los médicos del hospital infantil Sant Joan de Déu de Esplugues de Llobregat (Barcelona) han advertido hoy del aumento de los casos de niños atendidos por picaduras de víbora. Entre el mes de abril y octubre de 2013 atendieron a cinco pacientes por esta causa, mientras que en los dos años anteriores, 2011 y 2012, sólo tuvieron que atender a uno, según los datos que este centro sanitario presentará en el VIII Congreso de la Sociedad Española de Ortopedia Pediátrica, que se inaugurará mañana en Barcelona.
Los niños atendidos tenían una edad promedio de 8 años -el más pequeño tenía 2 años y el mayor, 14- y habían sufrido la picadura en las zonas de Berga y el Montseny. Según los médicos, la picadura de víbora tiene efectos más graves y un peor pronóstico en los niños que en los adultos porque la dosis de veneno inoculada es proporcionalmente mayor para su tamaño. Causa inmediatamente un dolor en la zona afectada, en la mayoría de los casos en la mano o el pie, que se extiende a todo el miembro y la inflama de manera progresiva.
La inflamación de los tejidos puede llegar a ser tan intensa que, si no se trata rápidamente, dificulta la circulación sanguínea y puede provocar la pérdida de la extremidad. El tratamiento, en los casos más graves mediante la administración de un suero antiofídico, frena la evolución del envenenamiento y evita estas complicaciones. Los médicos han aconsejado a las familias que cuando salgan al bosque con los niños les insistan que si ven animales no intenten tocarlos.
Si aun así un niño sufre una picadura de víbora, que se puede distinguir por las marcas que han dejado los dos colmillos del animal en la zona afectada, recomiendan que no intenten succionar la herida para extraer el veneno ni poner hielo ni hacer un torniquete, sino que se limiten a desinfectar la zona, dar un calmante al niño y trasladarlo lo antes posible a un hospital porque las primeras 48 horas son extremadamente importantes.
El hospital ha avanzado que durante el VIII congreso de ortopedia pediátrica presentará también un estudio multicéntrico sobre infecciones óseas e impartirá un taller para cirujanos sobre ecografía intervencionista que permita en algunos casos intervenir al paciente durante la prueba exploratoria. En el encuentro también se abordará la necesidad de fomentar las donaciones de huesos y tejidos provenientes de niños muertos, que son necesarios para la reconstrucción de huesos en niños que los han perdido a causa de un cáncer.