“… No fui a la escuela ¿y para qué? eso aqui no sirve de na’ me regalaron un fusil y ropas para intimidar. Me enseñaron a distinguir al enemigo y al traidor al débil, al de fuera y al que me da de comer…”.
En otras épocas, las principales víctimas de la guerra eran los soldados. Sin embargo,en la última década, se estima en 1’5 millones el número de niños y niñas muertos en conflictos armados. Otros 4 millones han quedado discapacitados, tullidos, ciegos o han sufrido lesiones cerebrales. Al menos 5 millones se han convertido en refugiados y 12 millones más se han visto desarraigados de sus comunidades. Un número mucho más grande ha sufrido un deterioro de su salud, nutrición y educación como resultado de la destrucción de las cosechas, infraestructuras, centros de salud y escuelas a causa de los conflictos.
La Convención de los Derechos del Niño que reconoce los derechos civiles, económicos, politicos, sociales y culturales, en su artículo 38 establece que ningún niños que no haya cumplido los 15 años de edad deberá participar directamente en hostilidades o ser reclutado por las fuerzas armadas. Todos los niños afectados por conflictos armados tienen derecho a recibir protección y cuidados especiales.
Javier G. Ponce
Iban Salvador